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dimecres, 21 de maig del 2014

De Tiro a Eivissa a través de Cartago y Gadir

Estudiant a prova de Master d'Història del Món
Professora: MARIA EUGENIA AUBET SEMMLER



De Tiro a Eivissa a través de Cartago y Gadir




INTRODUCCIÓN

La historia antigua de estas cuatro ciudades refleja un itinerario que a la vez es la historia de lo que genéricamente se conoce como “los fenicios”, un término que ha llegado a ser un insulto y todavía sirve para decir “comerciante” en el mal sentido de la palabra. Con todo ello queremos avisar que en este relato nos referiremos a los fenicios o a los cananeos en general, pero que va construyendo la historia de estos cuatro enclaves del Mediterráneo.


TIRO

La mayor parte de los topónimos de la antigüedad son un engaño porque no son el nombre con el que se definían los locales, sino como los nombraban unos terceros y, en algunos casos, de forma indirecta. A veces más que un nombre sería un mote, pues “fenicio” derivaría del griego phoinos, que significa “rojo” debido a que los fenicios en el I milenio aC eran famosos recolectores y comerciantes de púrpura. En el II milenio aC el territorio de los fenicios se llamaba Canaán, que también aludía al tinte rojo. Esta zona en la antigüedad había sido periférica bajo la influencia de Mesopotamía, concretamente la cananea ciudad de Biblos fue un centro comercial en función de los intereses mesopotámicos. En la Edad del Bronce Canaán comprendía ciudades como Ugarit, Biblos, Sidón y Tiro, eran ciudades-estado. En este punto conviene señalar que Canaán no es, en el sentido moderno, un país, pero sí se puede hablar de un territorio y de la lengua cananea, además ya en el III milenio aC Biblos fue la ciudad más dinámica y en la que se supone que se hizo el primer alfabeto, pues hasta aquel momento la comunicación escrita era por jeroglíficos y cuneiforme.
Con una costa rocosa que va formando bahías, es decir, puertos naturales que son una gran ayuda para la navegación y bosques cercanos de cedro del monte Líbano darán la materia prima para la construcción de barcos.

Si bien Canaán no era un estado, sí lo eran las distintas ciudades que conformaban una misma cultura política homogénea; hasta el punto compartían la política exterior, especialmente  respecto a los faraones de Egipto. 

En el 2000 aC surgió Tiro en una isla. Si bien este asentamiento quedó abandonado a partir del 1600 aC fue creciendo sobre las ruinas de la anterior y Chipre devino su socio principal, lo que indica que Tiro miraba más hacia el Mediterráneo que al continente.
En el siglo XIV hay refrencias escritas sobre los reyes de Biblos y Tiro y que la monarquía de la segunda goza de prestigio e influencia política. En estas fechas se funda una ciudad satélite en tierra firme: Ushu. Esta fundación se debe al crecimiento demográfico y económico de Tiro. Ushu llegará a alojar la mayor parte de la población, lo que evidencia el auge que va tomando Tiro. La isla será la sede administrativa, donde se alojará la élite, el palacio real y la mayor parte de los templos. Una leyenda ugarítica habla de la existencia de un templo dedicado a la diosa Asherah.

Durante siglos se ha hablado de la Edad Oscura y se va confirmando que no fueron los dorios, ni los pueblos del mar los responsables del fin del mundo a principios del II milnenio. En torno a 1210 y 1190 aC se produce la destrucción y abandono de Ugarit, Micenas, Troya, Atenas, Tebas, Cnosos; sin embargo, no fue una invasión, sino por una gran sequía que dio lugar a una gran hambruna, lo que se ha podido comprobar por los analisis del polen. Pocas veces la ciencia ha dado un vuelco a la historia de tanta magnitud y la ciencia se convierte en un manifiesto de que no hay edades oscuras.

Las personas que intervenían en las actividades comerciales del Próximo Oriente no encajan con las de hoy, puesto que entonces lo público y privado se confundía, lo que explica que se pueda hablar de un personaje emparentado con el rey de Ugarit y que realizaba operaciones de compra-venta con Tiro en las que las partes eran los respectivos palacios de dichas ciudades y en otras eran totalmente privadas. A finales del II milenio consta que Tiro vendía a Ugarit “textiles, lino, laspislázuli, turquesa, lana, conservas de pescado, vasos de plata y bronce. Se trata, por consiguiente, de productos no locales en su mayoría, que Ugarit redistribuye a su vez hacia Egipto y Mesopotamia.”[1]

La institución que mejor refleja el sentido comercial del antiguo Próximo Oriente es el karum, un barrio fuera de la ciudad, bajo muralla o extramuros, en el que sus habitantes forman el conjunto de la colonia compuesta por los mercaderes extranjeros que operan en la ciudad, a la vez, que están organizados para defender sus derechos y hacer que se cumplan los pactos comerciales. Esta institución con el tiempo evolucionará en sentido este-oeste. Cabe suponer que el emporion griego es resultado de esta herencia, si bien con un carácter invasivo. Otra institución que llegó a Iberia desde oriente es el santuario que además de ser religiosa actuaba también de lonja de contratación, pues la presencia de lo sagrado servía para consagrar los pactos comerciales. 

En Tiro no hay indicios de destrucción y al siglo siguiente de la sequía la ciudad ha crecido en poder e importancia, pues dejó de ser sólo una ciudad y mejoró el status de ser también un país, como Ugarit, pues ganó hinterland, como le reconocieron los faraones Seti I y Ramses II que “se refieren a Ushu como una ciudad que forma parte del reino de Tiro”[2]. A pesar de ello Sidón en aquel tiempo era la ciudad cananea  hegemónica de la costa. En cualquier caso las ciudades cananeas de la costa formaban parte de la periferia de Egipto o –en lenguaje del siglo XX– eran paises satélites, pues “se documenta la presencia de altos funcionarios, comisionados y escribas egipcios, que supervisan desde el palacio real el comercio, la recaudación de tributos y las relaciones exteriores por cuenta del faraón.”[3] 

Parece que Sidón no aceptó el reciente poderío adquirido por Tiro y circuló la leyenda que Tiro había sido reconstruída por los sidonios y ya en el siglo XIII acuñó una moneda con la leyenda: “Sidón, madre de Cartago, Hippo, Citium y Tiro”.[4] La evidencia es que como resultado de la destrucción de Ugarit de 1197 aC el liderazgo pasó a Tiro que en el siglo XI “se transforma en heredera de muchas tradiciones de la Edad del Bronce.”[5] Tiro percibe una baja en el comercio internacional, que cabe atribuir a la sequía, de Egipto; por otra parte mantiene el comercio con Chipre, es decir, con el Mediterráneo, lo que con seguridad debió ser un aviso, un acicate, a los navegantes de Tiro.

Hasta el 1076 aC Tiro fue una ciudad cananea de segundo orden como se desprende del famoso relato de Unamón del 1070 aC. En el siglo XI ya se percibe una mejora de la ciudad por la urbanización de un arrecife que había en el este de la isla sobre la que se asentaba Tiro, este espacio se convirtió en un “barrio industrial dedicado a la manufactura de cerámica, joyas y probablemente también de textiles … Ello coincide con la llegada de las primeras importaciones procedentes de Chipre, Grecia y Egipto, que denotan una recuperación gradual del comercio interregional de larga distancia”[6]. Precisamente es en el siglo XI aC cuando Tiro da la lección de que el comercio no sólo es un pacto entre caballeros, se da cuenta que para el control del comercio marítimo interregional se hace necesaria un expansión hacia la fértil llanura costera de la región de Akko y Monte Carmelo y destruye los asentamientos ocupados por los “pueblos del mar” como Dor y Akko para hacerse con el control de lugares situados sobre las colinas de la Baja Galilea y se adueña “de una región clave para el desarrollo de una agricultura comercial y para el control de las rutas terrestres”.[7] Con esta operación militar llega a controlar la famosa Via Maris que unía Egipto con los actuales Siria, Turquía, Israel, Irán e Irak.

Nos damos cuenta que el poderío económico de Tiro no fue un milagro como podría parecer, fue el militarismo que dio lugar a un nuevo orden, pues Tiro se comportó como un Estado moderno. En el siglo X durante el reinado de Hiram I (979-939 aC) se levantan “construcciones monumentales –el palacio real y los templos de Melqart y Astarté– y por sus empresas comerciales con Salomón. Pero el siglo X representa sobre todo el período en que Tiro supera en poderío económico a sus inmediatas rivales, Biblos y Sidón, y se reafirma su hegemonía sobre las demás ciudades fenicias de la costa…un período en el que el comercio de Tiro trasciende por primera vez los límites de las regiones geográficas inmediatas –Chipre y Galilea– y se introduce en territorios relativamente alejados como el Egeo y el mar Rojo. Puede decirse que es durante el siglo X cuando Tiro toma la iniciativa en el comercio de larga distancia, cuya organización se apoya en principio en una estructura claramente centralizada y estatal.”[8] Esta conquista comercial del Egeo queda probada por las cerámicas encontradas que nos hablan de “vínculos políticos y económicos entre las casas reales de Tiro, Amathus, Knossos y Eubea en época de Hiram I”[9].

Como resultado de la amistad Hiram I con Salomón los fenicios fueron los constructores del famoso Templo de Jerusalén amén de otros palacios, pero cabe considerar la persecución, comparable a la caza de brujas, que los profetas de Israel ejercían con todo lo relacionado con el culto a Asherah (versión israelita de Astarté) y Baal-Melqart, pero que dio lugar a la contestación de Salomón I dando culto a Asherah. Así Salomón puso por encima el acuerdo económico-comercial con Hiram I de los aspectos ideológicos. Por otra parte es de notar que Aczib y Akko (hoy Acre) eran dos ciudadelas fortificadas en Israel en las que Tiro controlaba los almacenes y excedentes agrícolas de las rutas de comercio. Otro aspecto importante de la amistad o sociedad comercial entre Hiram y Salomón es el viaje que hicieron a Ophir, en África oriental, y al mar Rojo, cuyas consecuencias económicas sentarán definitivamente las bases del poderío marítimo de Tiro… que culmina con la fundación de un asentamiento portuario en Ezion-Geber (Eilat). El comercio de Hiram y Salomón conseguía evitar Egipto, al utilizar la ruta del mar Rojo y el acceso directo a los paises productores de oro e incienso… a principios del siglo VIII aC todavía existían actividades comerciales conjuntas fenicio-israelitas, que conectaban las rutas del mar Rojo con las del Mediterráneo a través de Eilat y Gaza …explicaría la presencia de cerámicas fenicias de los siglos X-VIII aC en Herakleopolis Magna, a unos 100 km al sur de Memphis, la misma región donde Heródoto sitúa un campamento o barrio de mercaderes tirios.”[10]

Al rey Tiro Ithoabal I (887-856 aC) se le atribuye al fundación de las primeras colonias de Tiro: Auza (Libia) y Botrys, al norte de Biblos, lo que es un paso significativo, pues representa un acto de dominio en el extranjero y que fue una humillación para Biblos que se consideraba, como hemos dicho, la madre de Tiro. Otro paso significativo fue la primera colonia en ultramar. Ya hemos apuntado que Tiro hace siglos que mira hacia el Mediterráneo; el primer paso fue una colonia en la cercana Chipre: Kition. Esta colonia fue la materilización de la vocación naval de Tiro y además la ocupó ideológicamente, pues el mayor templo fenicio que proporciona la arqueología es el de Kition, que rendía culto a Astarté, protectora de los marinos. No cabe duda que esta materialización se observa en varios aspectos, entre los que cabe señalar un texto chipriota que hace referencia a una ciudad nueva de Chipre, que no se ha podido situar, pero que se lee Qart-hadasht, que dará lugar al vocablo “Cartago”. Otro aspecto es que en este período las naves de Tiro frecuentan Creta y las islas del Dodecaneso. Ambos aspectos indican que “la fundación de Kition va acompañada de un primer impulso dirigido a establecer intercambios comerciales por vía marítima hacia el oeste y que la arqueología comprueba relativamente bien a partir de 850 aC.”[11]

Poco despiés de esta última fecha Tiro empieza a tener problemas que le vienen de la vecina Asiria, un imperio que ya los había creado a las otras ciudades fenicias, pero Tiro se había librado en los últimos trescientos años de los conflictos militares a cambio de un tributo. Siendo emperador de Asiria Tiglatpilaser III la ciudad de Tiro se rinde, pero Asiria no tenía la capacidad comercial de Tiro, por lo que recibe un trato especial al objeto de no dejar el imperio desabastecido, aunque aumenta la presión sobre Tiro, incluso en forma de controles. A pesar de todo la flota más poderosa de Asia era tiria, pero el fin de Tiro sería un proceso lento y sostenido, pues con Salmanasar V (727-722 aC) sufre un sitio de cuatro años, lo que fue un duro golpe la ciudad. Sucesivamente los emperadores asirios van restando fuerza a Tiro: Sargón II (722-705 aC) representó la devastación de territorios conquistados en Fenicia e Israel; con Senaqueribo (705-681aC) el rey de Tiro huye, se pierde Sidón y finalmente el reino de Tiro ya está definitivamente en manos de los asirios; si bien la ciudad representada por Baal I pacta con Asarhadón (681-671 aC) no pierde el derecho de comercial con el norte y con Occidente. No obstante la presión asiria continuará. El pumto final de Tiro lo pondrá Nabucodonosor rey de Babilonia que conquistará Nínive, Jerusalén, Damasco y, tras un sitio de trece años, Tiro (572 aC). Los antiguos cananeos se convirtieron en fenicios y los encontraremos en Cartago, Cádiz y Eivissa (Ibiza) para llamarles púnicos.

 

QART-HADASHT (ciudad nueva)-CARTAGO

La historiografía moderna distingue en relación con la colonización fenicia de Occidente “una etapa precolonial y una etapa colonial propiamente dicha (siglos IX-VI aC).”[12] En el presente trabajo nos centraremos principalmente en la etapa colonial. Timeo establece la fundación de Cartago en 814-813 aC y sabemos que fue dirigida por la familia real de Tiro, pues parece que una hermana del rey, Elissa, casada con su tío Acherbas, sumo sacerdote de Melqart, fue asesinado por el cuñado, por lo que la viuda Elissa huyó a Chipre junto con los fieles de su esposo, los cuales eran parte de la aristocracia tiria. Señalemos que “Elissa” es el nombre que tenía Chipre, por lo que cabe considerar que había un conflicto tiro-chipriota. Partieron de Chipre con rumbo directo al lugar que sería Cartago (ciudad  nueva). Elissa trató con el rey local el espacio que ocuparían los fenicios, este rey quiso tomar a Elissa –ya con el nombre de Dido– como reina, pero ella por fidelidad a Acherbas rechazó la propuesta y se arrojó a una hoguera, lo que la mitificó. Estos hechos ocurrían durante el reinado de Pygmalion y 38 años antes de la primera Olimpiada.

Como es sabido la “Eneida” de Virgilio trata de la fundación de Cartago, pero lo único que se ajusta al relato es Dido y su suicidio. Es significativo como siendo el sacrificio humano totalmente ajeno a la cultura romana Virgilio tomara este hecho en el inicio de la obra, el autor debió considerarlo como “comercial”  o exótico en el ámbito romano. No obstante, este recurso es fruto de “la tendencia helenística a ennoblecer el origen de algunas ciudades de Occidente, su obsesión por la fechas fijas (como la caída de Troya) y la sobrevaloración de Homero como fuente histórica... confundiendo realidad histórica, ficción y pseudoerudición”[13], puesto que da la impresión que para los griegos la caída de Troya dio lugar a un mundo nuevo.

El hecho que los aristócratas zarparan con proa a Cartago es algo sorprendente, lo que evidencia que estaban muy bien informados, por lo que sería interesante conocer las verdaderas razones del conflicto que originó la partida de personas de prestigio y fundar una ciudad que reunía las condiciones para controlar perfectamente lo que se llamó como el Triángulo Fenicio, formado por Cartago, Nora (Cerdeña) y Motya (Sicilia).

Ni que decir tiene que estas personas no sólo tenían sólidos conocimientos de la geografía del Mediterráneo, también eran portadores de su religión, pues en la expedición había el sumo sacerdote a Astarté, la diosa del amor y la fertilidad, lo que se materializó con la recogida en Chipre de 80 niñas para la prostitución sagrada, a dicho sacerdote se le supone una autoridad del templo de Astarté de Kition, Chipre. Por otra parte, “Cartago envió anualmente una embajada a Tiro, encargada de llevar ofrendas al templo de Melqart. Estas ofrendas o tributos representaban la décima parte de las ganancias obtenidas cada año por la ciudad.”[14]

El mejor reflejo de la prosperidad de Qart-hadasht, la “capital nueva en Occidente”, fue el crecimiento demográfico, puesto que si el crecimiento durante el primer siglo no fue espectacular se estima que en el 600 aC la ciudad de Cartago tenía una población de unos 200.000 habitantes. Algunos autores la consideran la única colonia tiria del Mediterráneo occidental, pero fue más, debido a que en su formación se daban significativas contradicciones sociales entre una especie de casta vinculada a la fundadora Elissa y la población incorporada, todo ello dio lugar a que se constituyeran instituciones urbanas y estatales, lo que también debió ser el germen de un fuerte militarismo.

Por otra parte “Cartago respondería a un nuevo tipo de fundación fenicia, destinada a refugio de prófugos procedentes de Tiro y Chipre.”[15] Cabe suponer que buena parte de estos prófugos eran de una extracción social no muy distante a la de los fundadores de esta nueva patria y que, además, pasaban a formar parte de la casta antes mencionada, lo que debía aportar una influencia positiva. El motivo esencial de la fundación fue “impedir el avance del comercio griego en Occidente. Ello explicaría, entre otras cosas, la fundación de Eivissa, que cerraba el paso hacia el estrecho de Gibraltar de toda nave enemiga procedente del Mediterráneo”[16], después que ésta hubiera superado el mencionado Triángulo Fenicio o el norte de Cerdeña. En cualquier caso, como hemos apuntado, desde un inicio Cartago mostró su vocación militar tanto por la estructura social como por el emplazamiento elegido, lo que explicaría que deviniese un caso único del mundo fenicio y que con la caída de Tiro en el siglo VI aC ocuparía su liderazgo o, podría decirse, sería la capital de los fenicios.

Hacia el 600 aC se produce una emigración importante de los griegos de Focea, en la actual Turquía, que se instalan principalmente en Massalia (Marsella), Agde (Agathe Tychée), Aegitna (Cannes), Antipolis (Antibes) y Nicea (Niza), Alalia (Córcega), Velia (Etruria), Emporion (Empúries), así que en el 537 aC tiene lugar la batalla de Alalia en la que Cartago junto con los etruscos se enfrentan a la flota focense, que a pesar de su inferioridad resulta militarmente vencedora, pero económicamente derrotada, por lo que los griegos tuvieron que finalizar su expansión por el Mediterráneo Occidental; mientras los cartagineses ocupan Cerdeña y luego Córcega.

Un factor adicional que confirma la vocación militar es lo que fue su aspecto defensivo. Recientemente, promovido por la UNESCO los arqueólogos alemanes encontraron a 8 metros de profundidad por debajo de “Colonia Concordia Iulia Cartago” una muralla, hecho que fue bastante excepcional salvo Tiro y algunos asentamientos andaluces. Dentro también de la política defensiva cabe añadir que no antes del siglo VI-V aC Cartago inicia la ocupación de la costa que se materializará con “la construcción de imponentes fortificaciones en el golfo de Túnez y cabo Bon, como las de Ras Fortas, Kelibia y Ras ed-Drek.”[17]

Aunque no existe información sobre la economía cartaginesa en general, sí es de notar que su agricultura alcanzó la excelencia, no sólo por sus resultados, “de los que la misma Roma se reconoció deudora”, puesto que “Cartago llenó de olivos el norte de África y llegó a producir toneladas de aceite para uso local y exportación.”[18]

Además hay que añadir la aportación cultural en la agricultura, pues hay “célebres tratados agrónomos cartagineses. El más famoso de todos ellos, el tratado de agricultura de Magón, constituyó un compendio de conocimientos de tal envergadura que el Senado romano optó por traducirlo al griego y latín. Redactado hacia el siglo V aC, en él se daban las directrices para el cultivo de cereales, viñedos y olivos, lo que sugiere una larga experiencia norteafricana en estas técnicas.”[19]

Como parte del acuerdo entre Elissa y el rey libio Cartago tuvo que pagar un canon a los libios por la explotación de un territorio limitado. Este tributo duró hasta el período comprendido entre los siglos VI-V aC. El reparto de tierras entre los tiriochipriotas debió dar lugar a una estratificación social que con el tiempo dio lugar a o un verdadero latifundismo, es decir, grandes propietarios de tierra que, además, contaron con mano de obra esclava. “Acaso el estado se limitó a planificar y legislar la actividad agrícola, o bien cabe interpretar esta escasa intervención de las institucines públicas como una consecuencia de asimilación total entre el estado y la nobleza terrateniente, que acaso era lo mismo. A juzgar por la epigrafía, la clase alta cartaginesa –los b’lm o señores y príncipes- estuvo formada por propietarios de la tierra y por grandes armadores, funcionarios administrativos, jueces y sacerdotes que, en rigor, configuraron una oligarquía de la que dependía el poder político, administrativo y religioso.”[20]

 

GADIR (lugar cerrado)-GADES-CÁDIZ

Por la importancia que ocupó Gadir en la historia, inevitablemente el relato de su fundación quedó también sujeto, como Cartago, a la caída de Troya, pero en lugar del hijo de Príamo allí llegó Heracles, que como Ulises viajó hacia Occidente, así que uno de sus famosos trabajos fue robar las manzanas en el “Jardín de las Hespérides”, que simboliza el fin del océano; mientras que la otra meta eran las llamadas “Columnas de Hércules”, situadas en el islote Sancti Petri, en Chiclana de la Frontera, cerca de Cádiz, y donde se levantó el “Eraklion”, Templo de Melqart, “visitado por figuras ilustres de la vida política e intelectual del momento, como Anibal, Polibio, Fabio Máximo y Julio César. Todo ello contribuyó sin duda a forjar una leyenda en la que Heracles-Hércules (Melqart) acabaron confundiéndose con la fundación fenicia de Cádiz.”[21]

En la región de Huelva se encontró un depósito de armas fechado en el siglo X aC y de producción local, estas armas de alto estatus, tales como espadas, lanzas, hachas y pasariendas, estaban destinadas a las élites del sur de Francia, sureste de Portugal, Eivissa, Formentera y Cerdeña. La amplia distribución de las espadas tipo Huelva sugiere, además, una considerable capacidad de organización naval y comercial por parte de los tartesios de la región de Huelva.”[22] No obstante es significativo que los fenicios llegaron en esta zona cuando este comercio estaba en declive. Por lo tanto los fenicios, en primer lugar, aprovecharon un circuito naval y comercial que ya les era conocido, pues si el bronce estaba en su fin, se iniciaba el comercio de la plata y del hierro que eran más lucrativos. Esto explica que “cabe considerar la fundación de Gadir desde una nueva perspectiva: el establecimiento de la colonia en el área atlántica y en un momento –el siglo VIII en fechas convencionales- de plena “reconversión” de la demanda y de los sistemas de producción, que sólo se explica desde la óptica de una visión a largo plazoy básicamente comercial de la colonización.”[23]

La antigua Gadir estaba formada por tres islas que daban protección a la bahía de Cádiz y el mar que las separaba de tierra firme las protegía de cualquier posible incursión desde el continente. Al norte Erytheia estaba la más pequeña y ocupaba parte de lo que hoy es el casco antiguo del Cádiz de hoy. En ésta estaba emplazado el santuario a Astarté, lo que parece explicar que se denominaba Aphrodisias. Más cerca de tierra firma había la isla de León, hoy San Fernando, que los locales llaman “la isla”, pero se desconoce como la llamaban en la antigüedad. Al sureste había la isla de Kotinoussa, en Sancti Petri y es, como se ha dicho, donde estaba el famoso Templo de Melqart.

 En los siglos IX-VIII aC, cuando los fenicios llegaron a las tierras gaditanas, éstas estaban pobladas por los tartesos, la supuesta población local, ocupando asentamientos por toda la costa y el Guadalquivir navegable hasta Sevilla. “Sólo aunténticas compensaciones económicas y la garantía de obtener pingües beneficios podía justificar la ubicación de la Gadir fenicia más allá del Estrecho”[24] Cerca de lo que es hoy Puerto de Santa María había un asentamiento tartésico que hacia los años 760-750 aC estaba en contacto con Gadir, por “las importaciones de cerámica fenicia fechadas hacia 750 aC, que aparecen en poblados tartésicos del interior ... hablan de un despliegue relativamente rápido del comercio gaditano hacia el valle del Guadalquivir.”[25] No obstante el motivo principal de la presencia fenicia en esta zona del suroeste de la Península son las minas de cobre y de plata.

La Huelva tartésica es totalmente distinta a Cádiz. En sus principios era un pequeño poblado indígena de cabañas muy modestas, levantado sobre tres colinas. A partir del 750 aC los poblados se rodean de murallas de grandes y robustos sillares.

Extramuros de estos poblados, se localizó una zona de viviendas de claro carácter mercantil, aunque muy modestas, cuya cronología se sitúa entre el 900-850 aC, con materiales como pesos y medidas, claro indicio de un incipiente comercio.
Y es al pie de las murallas y sobre esta modesta zona mercantil, donde los fenicios construyen sus almacenes (VII-VI a.C), en el denominado período orientalizante.

En el interior de todas las viviendas aparecen ánforas y pequeños hornos de fundición de metal. Estos hornos eran usados para transformar la plata en bruto, procedente de las minas de Riotinto, en plata metalúrgica mediante el plomo importado posiblemente de Galicia. Este proceso de purificación de la plata mediante el uso del plomo se conoce con el nombre de escoriación, y denota una producción industrial a gran escala. Transformaban la plata en bruto en plata en lingotes, que luego era transportada hasta Huelva o Cádiz donde se embarcaba para su posterior comercialización.

En la zona antigua del actual Cádiz se ha descubierto un barrio comercial con restos de cerámica que se sitúan en el 900-800 aC. Esto significa que los fenicios llegaron al Atlántico antes que a Cartago.

 

IBOSIM (ciudad del dios Bes)-EBESOS-EBUSUS-IBIZA-EIVISSA

Las Islas Baleares, al este de la costa de la Península Ibérica, más exactamente del País Valencià, constituyen el archipiélago más occidental del Mediterráneo, que conjuntamente con Chipre, Creta, Malta Sicilia y Cerdeña forman una cadena que, especialmente durante la antigüedad, facilitaba la navegación por el Mediterráneo tanto  en la travesía Este-Oeste-Este como Sur-Norte-Sur.

Mallorca no sólo es la isla mayor de las Baleares, sino también la que antes fue habitada. En la Cova de Muleta (Sóller) y en la Balma de Son Matge (Valldemosa) se han encontrado huesos humanos fechados 5185 aC. Mientras la segunda isla en extensión del archipiélago, Menorca, queda a más distancia, la prueba de presencia humana es indirecta y se sitúa entre 2700-2500 aC, por restos de Myotragus balearicus, un mamífero que se asocia a la presencia humana. En cualquier caso hay que situar los primeros humanos en el período pretalayótico[26]. Por otra parte es de señalar que en las Baleares hay un subarchipiélago que se denomina “Islas Pitiusas” formadas por Eivissa y Formentera, más múltiples islotes. En Eivissa se da una fase coincidente con el caso de Mallorca en su anticipación de la presencia humana, que ha alterado la historiografía, por ser muy reciente el descubrimiento: el Avenc (sima) des Pouàs, se trata de un yacimiento en el que ha habido bastante destrucción para construir una discoteca, sin embargo: “Es diu que quan es varen treure aquestos sediments varen sortir restes humanes i ceràmica local, que foren espoliades. Queden algunes restes d’aquest dipòsit a les parets de la cova. Una datació recent d’un fragment de fèmur humà obtengut durant l’excavació des Pouàs ha lliurat la data radiocarbònica KIA-29163 (la qual, sense aplicar cap factor de correcció sobre el possible efecte de dieta marina, correspon a un moment indeterminat dins del lapse 2290 – 2130 aC). Una volta considerada la correcció possible, aquesta datació documenta la presència humana a Eivissa com a mínim en el transcurs del darrer segle del III mil·lenni aC (i tal volta abans), i l’any 2007 és un dels testimonis més antics de presència humana a l’illa. Les restes trobades documenten que fou emprat com a lloc d’enterrament.”[27] Malgrat aquest descobriment del 1988-1994 no s’ha comprovat la seva continuïtat i, per tant, “it is also necessary to consider how we are to fill the considerable gap between it (des Pouàs) and the appearance of the first large structures on Ibiza around 2000 aC – something that is no easy, as the case of Mallorca has already shown … The only material that could be considered as falling before 1500 BC are the various groups of axes and bronze ingots recovered by chance in no less than six different areas on both islands” que se las sitúa en el Bronce Medio o antes.[28]

El poblamiento indígena más antiguo de Eivissa es el de Puig de ses Torretes, que es el primero de las Pitiusas que se ha analizado con radiocarbono y que ha dado c. 1600 aC; otro yacimiento indígena es el de Can Sargent sobre el que leemos: “Se trata de dos sepulcros de corredor separados entre sí por unos quince metros, construidos con grandes bloques de piedras de 1 m. por 0,50 m., aproximadamente. De Can Sargent I se pudo despejar el corredor (de más de 2 m.) y buena parte de la cámara, mientras que de Can Sargent sólo son visibles los ortostatos que parecen formar el corredor. Por lo que a hallazgos se refiere, la cerámica recuerda de lejos la de Can Na Costa, pero su textura es mucho más dura y en general es más basta. Esto, unido al hecho de que algún fragmento con asa tiene claros paralelos en el Talayótico Inicial de Mallorca y Menorca.”[29]

Para completar una mirada sobre los primeros pobladores de las Pitiusas cabe hacer referencia al sepulcro megalítico de Can na Costa, Formentera: una construcción de carácter religioso que cabe situar entre 1900 y 1600 aC, cuya  máxima significación es que ha liquidado el mito de que las Pitiusas no tenían Prehistoria hasta la llegada de los cartagineses.

Las condiciones ecológicas de las Pitiusas respecto a las dos islas mayores son bastante distintas, especialmente en lo que se refiere a pluviometría y las condiciones del suelo puesto que “the Pitiussae Islands are geomorphologically a prolongation of the Penibetic chain, which runs across the Andalusian coast in a southwest-northeast direction, any differences cannot be great, and neither orography nor soils show any marked abnormalities which might help account for the delay in the permanent arrival of man … The two main explanatory factors for the late colonization of the Pitiussae, therefore, seem to be a limitation of food resources and the scarcity of permanent water. The situation is different, however, for the hiatus between 1200 and 650 BC.”[30] La prueba efectiva del hiatus es que en las Pitiusas no se dio la cultura talayótica.

Sobre el poblamiento o colonización de Eivissa se dan dos caras distintas y que no parecen ser de la misma moneda. Por un lado hay el asunto del malentendido de la primera fundación fenicia, por otra parte, quizá es el azar, parece que no hay historiografía del “encuentro” entre los fenicios (arcaicos) y los indígenas; a pesar de que éstos fueron capaces de levantar una construcción megalítica en Formentera, como se ha dicho. En cualquier caso sabemos que por Eivissa pasaron “oestrymnios, pelasgos o micénicos, beocios, cinetes, jebuseos ocempsios y cananeos, fenicios”[31], pero es de lamentar que el autor de este listado no haga comentario alguno sobre el encuentro o desencuentro.

El origen del malentendido sobre la primera ocupación fenicia de Eivissa se debe a Timeo, historiador griego del III aC, que influyó a Diodoro, historiador griego del I aC, famoso por incorporar en sus escritos errores de los que le precedieron, pues ambos se excedieron en el protagonismo que dieron a los cartagineses y desconsideraron a los fenicios. Además, eminentes historiadores del siglo XX consideraron que la arqueología confirmaba el testimonio escrito puesto que “Los pioneros de la arqueología ebusitana, imbuidos de los planteamientos difusionistas propios de la época, partían de un erudito conocimiento de las fuentes ... con cuyos datos hacían corresponder los hallazgos arqueológicos”[32], que en este caso consiste en situar la colonización de la isla en 654/3 aC. La fecha fundacional de Eivissa se basa en que según Timeo fue 160 años después de la fundación de Cartago (814/3 aC).[33]

Con la intención de relacionar la colonización cartaginesa en Eivissa resulta interesante la pregunta que plantea Barceló, uno de los expertos en este asunto: “¿será posible constatar en la isla, a partir del último tercio del siglo VI aC, un sensible aumento de testimonios  cartagineses en detrimento de los griegos (foceos), que bien pueden llegar a desaparecer casi por completo?”[34] La respuesta aclararía por un lado un aspecto del “desencuentro” y si la colonización de la isla fue una vanguardia frente a los foceos, que se concretó en la batalla de Alalia y el desembarco de la Península Ibérica. Siguiendo a Pedro A. Barceló el historiador Benjamí Costa pregunta: “¿La transformación de Ibiza, de fundación fenicia a colonia púnica, fue promovida por factores externos, o bien fue una transformación básicamente interna, paralela a la evolución de otras fundaciones fenicias en la misma época?”[35]

El motivo del error contemporáneo se debe que muchos autores han querido ver en la colonización de Eivissa por parte de Cartago como una prueba del interés a priori de expansión hacia Occidente. Sin embargo, en el período arcaico (siglos VIII, VII y VI aC) no hay en conjunto pruebas de flujos materiales de Cartago hacia el extremo occidental, como sería en el sur de Portugal, Andalucía y el Marruecos atlántico). En contra de esta lógica parece más probable que la razón de los cartagineses más bien parece que fue “simplement a posteriori en mires dels interessos de Cartago a l’oest?”[36]

Parece acertado  este a posteriori del experto Joan Ramon, pues a pesar de la escasa separación en el tiempo entre el arribo de los fenicios (arcaicos u occidentales) y el de los cartagineses o púnicos hay que descartar los segundos como fundadores pues “los yacimientos (características topográficas y urbanísticas de Sa Caleta, tipos de sepultura y rituales funerarios documentados en el Puig des Molins, etc.), como el origen que se deduce tanto de las características tipológicas como de las pastas de los materiales más antiguos encontrados en la isla, apunta al ámbito fenicio-occidental.”[37]

En el siglo VII y especialmente ya en el VI la isla se convirtió en un significado eslabón entre el Mediterráneo central y el occidental en lo que se refiere al comercio, lo que explica que Cartago tomara interés por la isla, pues tenía que ser una forma más de entrar en el circuito de los materiales que circulaban entre Cerdeña y Cádiz principalmente. Ni que decir tiene que esta fase secular es el paso del período arcaico al púnico.[38]

El punto de partida es el islote de Illa Plana, que se considera el asentamiento humano más antiguo de Eivissa, primero por los egeos.

Como se trata de demostrar que la presencia fenicia en Eivissa es anterior a la púnica, es pertinente leer el legado arqueológico.

PUIG D’ES MOLINS
Se trata de una necrópolis situada en la misma capital de la isla. Se ha encontrado una urna al torno con huesos quemados; un agujero tallado en la roca para la protección de los huesos quemados junto con cerámica hecha a mano; en un pequeño foso el único elemento del ajuar funerario encontrado es un vaso de cerámica hecho a mano, de la misma tipología que se ha encontrado en Sicilia y Túnez y que debe situarse entre VIII-VI aC; con la misma datación se han encontrado unas botellas.
Los estudiosos tienen la certeza de que se trata de unas piezas anteriores al 654 aC “el paral.lelisme i, per tant, possible via de distribució, no apunta cap a Cartago sinó cap a un centre fenici occidental com podria ser Cadis.” Cabe también señalar como prueba de la desconexión con Cartago es que mientras la parte arcaica de la necrópolis es de incineración, en aquel tiempo en Cartago era inhumación.
Además, desde un punto de vista formal y geográfico, los paralelismos hay que buscarlos en Frigiliana (Málaga) y Rachgoun (Orán). Las piezas corresponden al ámbito fenicio occidental, definido por el hecho de guardar las cenizas y los huesos de los cadáveres en recipientes de cerámica colocados a muy poca profundidad bajo el suelo aprovechando huecos naturales de la roca o mediante la talla de la roca de pequeños agujeros.[39]


PUNTA D’EN J. TUR ESQUERRER
Se encuentra en el extremo meridional del Puig de Vila, cercano al Puig d’es Molins. En este yacimiento se ha encontrado una importante cantidad de fragmentos de ánfora  que se fabricaron en “les factories del conjunt fenici de l’estret de Gibraltar i són típiques des de la meitat del segle VIII aC fins als primers decennis del VI aC”. También se han encontrado fragmentos de vasos de la misma pasta que la de las ánforas.[40]

SA CALETA
Es un embarcadero visible desde la cima de la acrópolis de la ciudad. Se trata de una punta que muy posiblemente en la antigüedad fuera una isla. Toda la superficie está cubierta por innombrables fragmentos de ánforas fenicias, que desde un punto de vista tipológico y físico es extraordinariamente uniforme. 

El arqueólogo que más ha trabajado este yacimiento, Joan Ramon, escribía en 1981: “Què hi feren els fenicis a sa Caleta durant la segona meitat del segle VII aC i els principis del següent?... Sols per ser una base de transaccions per a un comerç esporàdic i a l’aire lliure enfocat al món indígena?”[41] Sin embargo, dicho autor que vio en 1985 Sa Caleta podía convertirse en un puerto industrial encontró, como táctica dilatoria, una actuación arqueológica y desde aquella fecha no ha habido descanso, lo que en 2007 le ha permitido escribir: “Según se desprende del análisis pormenorizado de los materiales cerámicos de sa Caleta realizado antes, puede afirmarse, con total seguridad, que su fundación corresponde al importante momento comercial y extensivo que se registra en el occidente fenicio en el último tercio del siglo –VIII e inicios del –VII .”[42] Contestando la pregunta que el propio Joan Ramon se hacía en 1981, en Eivissa se daba un “doble objetivo: por una parte los recursos económicos de la propia isla; por otro, la conexión comercial con el área del NE de la costa peninsular ibérica.”[43] En este punto, cabe señalar que Joan Ramon, en un texto fechado 1994/1996, sobre los posibles contactos Eivissa/Catalunya y más concretamente los centros indígenas de Aldovesta, Amposta y  Empúries, escribe: “cabría admitir que se habría configurado un amplia y compleja trama entre los indígenas y fenicios con la finalidad de dar forma y mecánica a unos intereses económicos que llegaron a ser comunes. No existirían, tal vez, enclaves exclusivamente semitas en estas zonas, pero sí una presencia física de agentes comerciales –que los haría innecesarios- integrada en la sociedad indígena ... Existen en el asentamiento de sa Caleta algunos vasos a mano –de clara factura indígena– cuya tipología e, incluso, estructura física, podría apuntar hacia el área catalana como zona de procedencia ... Los materiales y la componenda cultural verificada en sa Caleta, como antes se ha intentado explicar, demuestra rotundamente su identidad con el registro fenicio de Catalunya.”[44] De esta cita se desprende que es muy posible que haya existido este comercio, pero falta encontrar el material que permita confirmarlo.  

En 1992 sa Caleta fue declarada Bien de Interés Cultural con la tipología de zona arqueológica.
En 1999 la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad la acrópolis de Dalt Vila (el casco antiguo de la ciudad de Eivissa), las praderas de posidonia oceánica, cuna de la rica biodiversidad marina de las Pitiüses, y la necrópolis fenicio-púnica de Puig des Molins y el asentamiento fenicio de sa Caleta, vestigios de los primeros asentamientos de las islas.


EPÍLOGO

Hemos visto que Tiro sobrevivió la gran crisis de 1210 y 1190 aC, que también afectó a al mundo del Egeo, por lo que cayeron las fronteras del mar, mientras que la ciudad deja de ser una mera ciudad para convertirse en una metrópoli, lo que la empujará hacia el Mediterráneo Occidental en la búsqueda de metales dejando atrás Kition, en la isla de Chipre, como la colonia más antigua de Tiro.

No obstante, estos fenicios, más exactamente, estos cananeos fundan su primera colonia en Huelva en el VII aC, rica por su cobre y con acceso al oro del Tajo, así como al estaño de Galicia y de las Islas Británicas. Con lo que los fenicios pasan a formar parte de lo que culturalmente se conoce como el Cobre Atlántico.

También hemos escrito que desde Tiro se navegó con proa a Cartago. Pero en este caso sabían muy bien donde iban, puesto que dos siglos antes habían fundado Útica, que explica la razón de ser de la fundación, pues son inseparables dos factores: el Triángulo Fenicio, mencionado al principio, y el Cobre Atlántico. Posiblmente una de las primeras estrategias geopolíticas navales. El mundo colonial o arcaico de Cartago (814-550 aC) está basado en el comercio y en su flota mercante y el púnico (550-146 aC) se basa en una marina de guerra, pues su objetivo primordial es conquistar territorios.

Mientras esto sucede entre los siglos VII y VI aC el mundo tirio (Mediterráneo Oriental) colapsa, pero ya “a comienzos del siglo VIII aC, como un balance de navegaciones previas, los fenicios de Tiro habían afianzado su control marítimo en el Extremo Occidente: fundando en las inmediaciones atlánticas del Estrecho de Gibraltar un asentamiento fortificado, conocido desde entonces con el nombre de Gadir.”[45] Después de Cartago, Cádiz es la fundación más importante del mundo fenicio sea como colonia o ciudad. Es posiblemente el centro urbano más antiguo de Europa. Además es de señalar que la fundación de Lixo en el siglo VII aC cerca del actual Larache  y en el siglo V Mogador (hoy Essaouira), Marruecos. Todo ello contribuye a la formación del “Círculo del Estrecho”, que comprendía desde Lisboa hasta Málaga por la costa de Iberia, mientras por la costa africana desde Lixo hasta Cartago. Al mismo tiempo Cartago es el eje del Triángulo Fenicio con Eivissa y Cerdeña. En este punto cabe añadir que “la fundación de Ibiza, habiendo sido promovida en el siglo VII aC, desde el Círculo del Estrecho: era consustancialmente una fundación gaditana.”[46]

 

A modo de conclusión, si tenemos en cuenta que la Extremadura española y la portuguesa es la gran reserva minera de cobre, plata y estaño; mientras el Tajo de oro, se conforma una zona minera de las mayores de Europa, que a la vez estaba controlada por los fenicios de Cádiz. La batalla de Alalia queda como un emblema de la percepción que los cartagineses tenían de lo que eran sus “aguas amigas” y de ahí la función geoestratégica del Circulo del Estrecho y Triángulo Fenicio en este viaje de los fenicios del este (Tiro) al oeste (Huelva)  y del oeste (Cádiz) a Eivissa o quizá vía Málaga.

 objeto de completar esta conclusión parece inevitable citar a Carlos G. Wagner: “el caso de Ibiza… parece más bien una empresa conjunta de fenicios orientales que huyendo de las invasiones asirias habían pasado algún tiempo en Cartago y sus hermanos occidentales del Círculo del Estrecho estructurado en torno a Gardi, a fin de aprovechar un nuevo potencial humano para profundizar la irradiación fenicia sobre Levante y Cataluña, dinamizando el comercio en esas regiones. En la isla la presencia cartaginesa sólo parece haberse producido a partir de la segunda mitad del siglo VI a.C., mientras Mallorca es todavía posterior y siempre dependiendo de Ibiza … La posibilidad de existencia de culto a Tánit-Demeter entre algunas poblaciones ibéricas del sureste y levante. Muchos de estos vestigios no son anteriores al siglo IV a.C. y parecen señalar la existencia de un sincretismo con alguna divinidad femenina propia, inducido, no tanto desde Cartago, como desde la más próxima Ibiza.
La posterior difusión de las monedas ebusitanas corresponde con exactitud a los lugares donde tales vestigios de un posible culto a Tánit se han hecho evidentes y viene a reforzar esta hipótesis.”[47]

BIBLIOGRAFÍA

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Wagner, Carlos G. (1993), El auge de Cartago (s.VI-IV) y su manifestación en la Península Ibérica en “Cartago, Gardir, Ebusus y la influencia púnica en los territorios hispanos (Eivissa, Museo Arqueológico de Ibiza)




[1] Mª Eugenia Aubet (2009), Tiro y las colonias fenicias de Occidente (Barcelona: Edicions Bellaterra) 46
[2] Ibid. 41
[3] Ibid. 43
[4] Ibid. 54
[5] Ibid. 55
[6] Ibid. 57
[7] Ibid. 60
[8] Ibib. 64
[9] Ibid. 68
[10] Ibid. 70, 71 y 72
[11] Ibid. 79
[12] Ibid. 216
[13] Ibid. 213
[14] Ibid. 234
[15] Ibid. 242
[16] Ibid. 242
[17] Ibid. 244
[18] Ibid. 243
[19] Ibid. 243
[20] Ibid. 244
[21] Ibid. 213
[22] Ibid. 225
[23] Ibid. 226
[24] Ibid. 271
[25] Ibid. 279
[26] Carlos Gómez Bellard (1995), The first colonization of Ibiza and Formentera (Balearic Islands, Spain): some more islands out of the stream?. (London, Routledge) 442-3
[27] Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera. Article: Pouàs, avenc des. URL: http://www.eeif.es/significados/p-volum%20X/PouasAvenc.html (consulta: 16 Març 2014)
[28] Carlos Gómez Bellard (1995), The first colonization of Ibiza and Formentera (Balearic Islands, Spain): some more islands out of the stream?. (London, Routledge) 450-1-2
[29] Carlos Gómez Bellard y María Pilar San Nicolás Pedraz (1988) La Prehistoria de Ibiza y Formentera: Estado actual de la investigación URL: (http://tp.revistas.csic.es/index.php/tp/article/viewFile/610/631 (consulta: 16 Marzo 2014)
[30] Ibid. 451
[31] Benjamí Costa (1993), Ebesos, colonia de los cartagineses – Algunas consideraciones sobre la formación de la sociedad púnico-ebusitana en “Cartago, Gardir, Ebusus y la influencia púnica en los territorios hispanos (Eivissa, Museo Arqueológico de Ibiza) 78
[32] Ibid. 79
[33] Pedro A. Barceló (1984-85), El comienzo de la presencia cartaginesa en Ibiza. (Madrid, Universidad Complutense) 74
[34] Ibid. 78
[35] Benjamí Costa (1993), Ebesos, colonia de los cartagineses – Algunas consideraciones sobre la formación de la sociedad púnico-ebusitana en “Cartago, Gardir, Ebusus y la influencia púnica en los territorios hispanos (Eivissa, Museo Arqueológico de Ibiza) 77
[36] Joan Ramon (1981), Sobre els orígens de la colònia fenícia d’Eivissa a revista “Eivissa” 1981, núm. 12 (Eivissa, Institut d’Estudis Eivissencs) 26
[37] Benjamí Costa (1993), Ebesos, colonia de los cartagineses – Algunas consideraciones sobre la formación de la sociedad púnico-ebusitana en “Cartago, Gardir, Ebusus y la influencia púnica en los territorios hispanos (Eivissa, Museo Arqueológico de Ibiza) 83
[38] Ibid. 89
[39] Ibid. 28
[40] Ibid. 28
[41] Ibid. 29
[42] Joan Ramon Torres (2007) “Cronología y contexto histórico del asentamiento fenicio de sa Caleta” en Excavaciones arqueológicas en el asenamiento fenicio de sa Caleta (Ibiza), (Barcelona: Edicions Bellaterra) 143
[43] Ibid 143
[44] Joan Ramon (1994-1996), “Las relaciones de Eivissa en época fenicia con las comunidades del Bronce Final y Hierro Antiguo de Catalunya” en Models d’ocupació, transformació i explotació del territori entre el 1600 i el 600 A.N.E. a ña Catalunya meridional i zones limítrofes de la depressió de l’Ebre (Sant Feliu de Guixols: GALA-Revista d’Arqueologia Antroplogia i Patrimoni)  412, 414 y 418
[45] Oswaldo Arteaga (1993), La Liga Púnica Gaditana en “Cartago, Gardir, Ebusus y la influencia púnica en los territorios hispanos (Eivissa, Museo Arqueológico de Ibiza) 27
[46] Ibid 26
[47] Carlos G. Wagner (1993), El auge de Cartago (s.VI-IV) y su manifestación en la Península Ibérica en “Cartago, Gardir, Ebusus y la influencia púnica en los territorios hispanos (Eivissa, Museo Arqueológico de Ibiza) 16 y 17.